El sector minero se encuentra en un momento de transformación y desafíos, pero también con un futuro prometedor lleno de expectativas. La transición energética y la digitalización han aumentado la demanda de minerales críticos por encima de la oferta disponible, generando tensiones geopolíticas y reorganizando las cadenas de suministro a nivel mundial. Además, el cambio climático ha intensificado los riesgos físicos para los activos de la industria, convirtiéndola en un sector estratégico en la lucha contra el calentamiento global. ¿Cómo pueden las empresas mineras prepararse para enfrentar y gestionar estos riesgos emergentes?
Los riesgos emergentes en el sector minero no pueden abordarse de manera convencional, por lo que cada vez más empresas están explorando nuevas formas de identificar y mitigar sus exposiciones, al mismo tiempo que identifican y aprovechan nuevas oportunidades. En respuesta a esta necesidad, WTW ha establecido un equipo especializado en minería a nivel nacional e internacional, cuyo trabajo ha dado lugar al informe „Balancing sustainability and competition in a dynamic environment“, donde se delinean las posibles fronteras de riesgo de la industria minera.
Uno de los principales cambios en la demanda de minerales críticos se ha visto impulsado por la transición energética. Países como la Unión Europea han establecido estrategias para garantizar el suministro de minerales esenciales para tecnologías sostenibles. El cobre, níquel, litio, cobalto y tierras raras han experimentado un aumento en la demanda, aunque factores como la volatilidad de precios y preocupaciones ambientales han llevado a la búsqueda de alternativas, como las baterías de litio-ferrofosfato.
La influencia de la geopolítica en las cadenas de suministro también ha impactado en el sector minero. China domina la producción de metales clave para la transición energética, pero políticas como la Ley de Reducción de la Inflación de los Estados Unidos están generando cambios al fomentar la fabricación de baterías con componentes de origen estadounidense. Además, la intensidad de emisiones de carbono asociadas a la minería y procesamiento de minerales está siendo cada vez más considerada en las decisiones de suministro.
Los impactos ambientales, derivados de eventos catastróficos en la industria minera, han llevado a un aumento en la exclusión de riesgos medioambientales por parte de las compañías aseguradoras. La gestión de riesgos climáticos se ha vuelto fundamental, ya que eventos extremos relacionados con el cambio climático pueden afectar físicamente a los activos y operaciones mineras. Estrategias de mitigación y modelado climático avanzado son clave para una gestión efectiva de estos riesgos.
En medio de estos desafíos, también surgen oportunidades para las empresas mineras. Aprovechar las incertidumbres y alinearlas con la planificación estratégica puede conducir al éxito empresarial. La identificación de riesgos emergentes y su integración en los procesos de toma de decisiones es esencial para mantener la competitividad en un entorno cambiante. Colaborar con equipos especializados en análisis de transición climática, como los de WTW, puede proporcionar a las empresas mineras el conocimiento y los datos necesarios para explorar oportunidades en la transición verde.
En resumen, el sector minero se enfrenta a desafíos significativos pero también a oportunidades emocionantes en un entorno en constante evolución. La capacidad de anticipar y gestionar los riesgos emergentes será crucial para el éxito a largo plazo de las empresas mineras en un mundo en transformación.