En un reciente incidente en un conocido shopping de Córdoba, la Policía detuvo a 34 menores de entre 13 y 17 años por provocar disturbios en el patio de comidas. El jefe de seguridad del establecimiento alertó a las autoridades sobre el desorden que estaban causando los adolescentes, quienes insultaban a los clientes y llegaron incluso a escupir hacia los pisos inferiores.
Según el comisario Inspector Marcos Guevara, los jóvenes no estaban discutiendo entre ellos, sino que estaban molestando a otras personas que se encontraban en el lugar. Se cree que los menores se autoconvocaron a través de las redes sociales para llevar a cabo estos disturbios. A pesar de sus acciones, Guevara señaló que son simplemente niños y que necesitan ser responsabilizados por sus actos.
Tras ser identificados, los menores fueron trasladados a la comisaría y quedaron a disposición del magistrado interviniente. Sin embargo, horas después, la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf) solicitó que los jóvenes fueran entregados a sus padres o adultos responsables. Esta medida busca garantizar que los menores reciban la atención y el cuidado adecuados.
Este incidente en Córdoba no es un caso aislado, ya que en los últimos meses se han reportado situaciones similares en shoppings de la provincia de Buenos Aires y la Capital Federal. Grupos de jóvenes se han organizado a través de las redes sociales para llevar a cabo peleas dentro de los centros comerciales, lo que ha generado preocupación entre las autoridades.
En uno de estos encuentros, en el shopping Tortuguitas Open Mall, varios adolescentes resultaron heridos con armas blancas, lo que pone de manifiesto la gravedad de estas situaciones. Es fundamental que se tomen medidas para prevenir este tipo de comportamientos y garantizar la seguridad de todos los visitantes de los centros comerciales.
En conclusión, es importante que se aborde de manera adecuada la conducta de los jóvenes para evitar que se repitan incidentes como el ocurrido en el shopping de Córdoba. La colaboración entre las autoridades, los padres y la comunidad en general es fundamental para garantizar un ambiente seguro y tranquilo en estos espacios públicos.